DÍA 28: EL LADO SOLEADO
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CITA BÍBLICA
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”Muéstrame, Señor, tus caminos, muéstrame tus sendas. Guíame en tu verdad; enséñame”.
Sal 25, 4-5
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REFLEXIÓN
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Nuestra vida, como las calles de la ciudad, tiene una acera soleada y otra en sombra.
Por instinto, claro que elegimos la acera soleada en los meses de invierno y la de sombra en los de verano.
Sin embargo, hay muchas personas que eligen siempre las aceras sombreadas en pleno invierno; dedican más tiempo a quejarse y lamentarse que a proclamar el gozo de vivir.
Es claro que a veces la vida nos obliga a caminar un rato por la sombra. Pero siempre podemos ver y dirigirnos al lado soleado del camino.
Por ejemplo, si tenemos una enfermedad y hay dolor, puede ser inevitable. Pero una manera de ver el lado soleado, es reconocer el cariño con que nos acompañan nuestra familia y amigos, con lo que estamos reduciendo nuestro dolor a la mitad.
Cuánto más agradable sería nuestra vida y la de los que nos rodean, si nos atreviésemos a apostar descaradamente por la alegría, si descubriéramos que de cada cien de nuestros ataques de nervios, noventa vienen de nuestro egoísmo, nuestro orgullo o nuestra terquedad.
Todas las cosas del mundo, y de nuestra vida también, tienen un lado soleado.
Busquemos y encontremos con alegría, el lado soleado todos los días!
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ORACIÓN
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Señor creo en Ti y espero en Ti, dame la sabiduría para distinguir la diferencia que hay en el Contigo o sin Ti.
Que cuando la razón se nuble, actúe el instinto guiado por Tu Espíritu, buscando el lado soleado de la vida en donde Tu Amor me espera.
Amén.
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RETO AGOV
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¿Cuál problema te aqueja hoy? Busca el lado soleado hasta que lo encuentres. ¡Sí lo hay!
✴ ORACIÓN DIARIA ✴
Dame, Señor, el don de la alegría,
que canta sin reservas,
la belleza del mundo,
la grandeza del hombre,
la bondad de su Dios.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que me haga siempre joven,
aunque los años pasen;
la alegría que llena de luz el corazón.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que colma de sonrisas,
de abrazos y de besos,
el encuentro de amigos, la vida y el amor.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que me una contigo,
el Dios siempre presente,
en quien todo converge y en quien todo se inspira.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que alienta el corazón
y nos muestra un futuro
lleno de bendiciones, a pesar del dolor.
Amén.
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