DÍA 27: TU CORAZÓN ACTIVO
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CITA BÍBLICA
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”Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne”.
Ez 36, 26
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REFLEXIÓN
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Cada quién es responsable de su corazón y lo que habita en él.
Cada uno debe llevar su vida a cuestas, con las dos manos, con todo el coraje y construirla afanosamente, como se escala una montaña, y a su vez con detalle, como se construye una casa.
No te vuelvas neuróticamente sobre tus propios problemas, no te escondas como la tortuga bajo su caparazón; sal a la calle, mira a tus hermanos, empieza a luchar por ellos. Cuando les hayas amado lo suficiente se habrá estirado tu corazón y estarás viviendo de verdad, con el corazón.
Decía un viejo santo oriental, San Serapión:
“El problema de a qué dedicamos nuestra vida es un problema artificial. El problema real es la dimensión del corazón. Consigue la paz interior y una multitud de hombres encontrarán su salvación junto a ti.”
Hay muchas personas que esperan a Dios o que esperan a llenar sus vidas y sus almas y no acaban de descubrir que Dios y sus almas están ya en lo que están haciendo y viviendo, en su familia, en sus amigos y vecinos, en sus compañeros y su comunidad.
Están esperando un tesoro y malgastan su verdadera herencia: el amor, que ya está ahí!
Tu corazón está actuando. Ya funciona. Ponlo para los demás con alegría y esa será tu vida.
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ORACIÓN
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Señor Jesús te agradezco esa muestra de amor tan grande con la que has buscado lavar los pecados que hay en mi corazón.
Te pido humildemente que este corazón de carne crezca cada día más en el amor y sea motivo de transformación en mi prójimo, llénalo de Ti, de tal modo que mis acciones te reflejen.
Amén.
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RETO AGOV
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Piensa en todos los que te rodean cada día. ¿Cómo puedes darles más de ti, ensanchando tu corazón?
Hoy intenta una acción concreta con todos los que puedas.
✴ ORACIÓN DIARIA ✴
Dame, Señor, el don de la alegría,
que canta sin reservas,
la belleza del mundo,
la grandeza del hombre,
la bondad de su Dios.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que me haga siempre joven,
aunque los años pasen;
la alegría que llena de luz el corazón.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que colma de sonrisas,
de abrazos y de besos,
el encuentro de amigos, la vida y el amor.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que me una contigo,
el Dios siempre presente,
en quien todo converge y en quien todo se inspira.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que alienta el corazón
y nos muestra un futuro
lleno de bendiciones, a pesar del dolor.
Amén.
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