DÍA 14: EL SERVICIO DE ESCUCHAR
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CITA BÍBLICA
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”Aunque tenga mil preocupaciones, me alegran tus consuelos.”
Sal 94, 19
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REFLEXIÓN
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Reconozcámoslo: hablamos mucho y escuchamos poco.
O, para ser exactos, lo que escuchamos más es la televisión y el celular.
¿Será, tal vez, porque nadie nos ha enseñado a escuchar?
¿Quizá porque el arte de escuchar es mucho más difícil que el de hablar?
Zenón de Elea decía hace dos milenios que “tenemos dos oídos y una sola boca porque oír es el doble de necesario y dos veces más difícil que hablar”.
Pero, curiosamente, esa es una ciencia que nadie enseña en las escuelas ni en los hogares.
Porque estoy hablando de “escuchar”, no de un puro oír material.
Para oír basta con no estar sordo. Para escuchar hacen falta muchas otras cosas:
tener el alma despierta;
abrirla para recibir al que, a través de sus palabras, se comparte a sí mismo;
ponernos en sintonía con el que está conversando con nosotros;
olvidarnos por un momento de nosotros mismos y de nuestros propios pensamientos para preocuparnos por la persona y los pensamientos del prójimo.
¡Todo un arte! ¡Todo un apasionado ejercicio de la caridad!
Si tuviéramos un espejo para vernos por dentro mientras conversamos con alguien, veríamos que no estamos oyéndole, sino que estamos preparando la frase de nuestra respuesta.
¡Hay escasez de escucha y mucha necesidad de ser escuchados! Esto nos hace sentirnos solos y tristes.
Hace falta dejar el egoísmo y tener mucha caridad para escuchar bien.
¡Es necesario partir del supuesto de que lo que vamos a escuchar es más importante e interesante de lo que nosotros podríamos decir!
Reconocer que alguien tiene cosas que enseñarnos. O, cuando menos, asumir por unos momentos la vocación de servidor, de papelera y bolsa de la basura. ¡Por el gusto de servir!
Si dejamos de hablar y nos proponemos escuchar, con seguridad alegraremos a aquel a quien escuchamos, aunque sea por sentirse desahogado.
Y creo que también nos llenaremos nosotros de alegría por haber aprendido algo nuevo; y con más valor, por haber servido al prójimo.
¡Escucha con alegría!
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ORACIÓN
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Espíritu Santo, infunde en mi corazón tus siete sagrados dones, para saber escuchar a todas las personas como ellas necesitan ser escuchadas.
Amén.
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RETO AGOV
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Hoy proponte aprender algo, lo que sea, de cada persona que escuches. Al finalizar tu día, repasa y sopréndete de todo lo que aprendiste.
✴ ORACIÓN DIARIA ✴
Dame, Señor, el don de la alegría,
que canta sin reservas,
la belleza del mundo,
la grandeza del hombre,
la bondad de su Dios.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que me haga siempre joven,
aunque los años pasen;
la alegría que llena de luz el corazón.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que colma de sonrisas,
de abrazos y de besos,
el encuentro de amigos, la vida y el amor.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que me una contigo,
el Dios siempre presente,
en quien todo converge y en quien todo se inspira.
Dame, Señor, el don de la alegría,
que alienta el corazón
y nos muestra un futuro
lleno de bendiciones, a pesar del dolor.
Amén.
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