
DÍA 35: SER ATRAÍDA POR ÉL
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CITA BÍBLICA
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”De nuevo les dijo Jesús:
-Yo me voy. Me buscarán pero morirán en su pecado. Ustedes no pueden venir a donde yo voy.
Los judíos comentaban entre sí:
-¿Pensará suicidarse y por eso dice:
¿<Ustedes no pueden venir a donde yo voy>?
Entonces Jesús declaró:
-Ustedes proceden de abajo; yo, en cambio, vengo de arriba. Ustedes pertenecen a este mundo; yo no.
Por eso les dije que morirían en sus pecados. Porque si no creen que yo soy, morirán en sus pecados.”
Jn 8, 21-25
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REFLEXIÓN
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Jesús se presentaba ante los judíos como alguien que no era de este mundo y esto provocaba mucha extrañeza y suscitaba, con fuerza, la cuestión acerca de su identidad: “Pero, ¿quién eres tú?”
La Iglesia tampoco es de este mundo, aunque se encuentra aquí.
La Iglesia, que es fiel a Jesús, nos habla a nosotros, que somos de este mundo, de cosas que no son de este mundo, para promover en nosotros, la fe.
En la tierra, todos los cuerpos físicos son atraídos hacia el suelo y tienen "peso", por la “ley de la gravedad”.
Podemos decir que esta ley que experimenta todo cuerpo físico, tiene una ley paralela espiritual: el “pecado” es también una fuerza que nos atrae hacia abajo; sentimos su "peso".
Los seres humanos experimentamos la fuerte tendencia al egoísmo, la envidia, la soberbia, la lujuria, la ira, la avaricia, la pereza, la gula, etc.
Todas éstas son fuerzas gravitacionales del espíritu que solo pueden ser contrarrestadas por otra fuerza: la del Amor.
Jesús es quien contrapone a la fuerza del pecado esa otra fuerza, la que nos “levanta”, la que nos impulsa hacia las cosas de “arriba”.
La fe rompe con la fuerza que nos atrae hacia “abajo” y que acaba en la muerte, y nos abre a un nuevo horizonte: el de las cosas de “arriba”.
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ORACIÓN
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Señor Jesús, dame la gracia para fortalecer mi voluntad, mi oración, mi entrega y sacrificio, y así incrementar la intensidad de la fuerza de atracción que me lleve hacia Tí.
Amén.
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RETO AGOV
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* Con Dios:
Ofrece a Dios en oración trabajar por aminorar la potencia de la fuerza que te jala al pecado, e intensificar más la voluntad y la fuerza que te lleva a Él.
* Con mi prójimo:
Reza un Padre Nuestro y un Ave María, por ese familiar o ser querido tuyo que está hundiéndose en el pecado.
* Conmigo mismo:
Identifica ese pecado constante que te ata y ofrece a Dios alejarte de ese pecado.

ORACIÓN DIARIA
JESUCRISTO,
TÚ que fuiste tentado en el desierto, sostenme cuando sienta la tentación de no confiar en Ti.
Tú que quisiste fortalecer Tu espíritu durante cuarenta días para prepararte para cumplir Tu misión; concédeme disponer mi corazón para acompañarte dignamente.
Tú, que te despojaste de todo por amor a mí; hazme amar la humildad. Que comprenda Señor que mi valor reside en la dignidad de ser Tu hijo; y en el infinito valor de la sangre que derramaste por mí.
Tú, que te sentiste solo y tuviste miedo; revísteme con Tu fortaleza y concédeme acompañarte y consolarte.
Tú, que me amaste hasta el extremo, no permitas que voltee la mirada ante Tu sufrimiento ni el de mis hermanos. Dame Tu corazón para amarte como mereces y amar con él a todas las personas.
AMÉN
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