DÍA 17: HUMILDES TRABAJADORES Y PEREGRINOS
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CITA BÍBLICA
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_”Escuchen esta otra parábola: El dueño de una hacienda plantó una viña, la rodeó con una cerca, construyó un lugar para hacer el vino, edificó una torre, la arrendó a unos viñadores, y se ausentó. _
Al llegar la cosecha, envió sus criados a los viñadores para recoger los frutos. Pero los viñadores agarraron a los criados, hirieron a uno, mataron a otro y al otro lo apedrearon. De nuevo envió otros criados, en mayor número que la primera vez, que hicieron con ellos lo mismo.
Finalmente les envió a su hijo, pensando: <A mi hijo lo respetarán >.Pero los viñadores, al ver al hijo, se dijeron: < Este es el heredero. Matémoslo y nos quedaremos con su herencia>. Lo capturaron, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
¿Qué les parece? Cuando regrese el señor de la viña, ¿Qué hará con esos viñadores?
Le respondieron:
-Matará sin compasión a esos miserables, y arrendará la viña a otros viñadores que le entreguen los frutos a su tiempo.
Jesús les dijo:
-¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que rechazaron los constructores se ha convertido en piedra fundamental; esto lo hizo el Señor y es realmente admirable?
Por eso les digo que a ustedes se les quitará el reino de Dios y se le entregará a un pueblo que dé a su tiempo los frutos que al reino corresponden.”
Mt 21, 33-43,
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REFLEXIÓN
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La denuncia de Jesús con esta parábola es el afán frecuente del ser humano de apropiarse de las cosas, incluyendo las cosas de Dios. Es un peligro que sigue vigente.
Desde apropiarse de las cosas más sencillas, como una sacristía, unas llaves, un apostolado, un cargo o una responsabilidad ministerial en una parroquia, hasta las cosas más grandes como: una diócesis, un ministerio o una dignidad eclesial.
Cuando nos apropiamos de las “cosas de Dios” dejamos de vivir la experiencia de un Dios Padre que nos ama sin límites.
No somos “dueños”, somos trabajadores que producimos los frutos a su tiempo y que, con gozo, los entregamos también a su tiempo al Señor de la viña.
Somos humildes trabajadores y somos simples peregrinos. En esta corta vida, estamos de paso y aferrarnos a algo resulta un acto vano.
Benedicto XVI inició su pontificado diciendo que “los cardenales habían elegido a un humilde trabajador de la viña del Señor”, y se despidió de su pontificado, para iniciar una vida de retiro y oración, diciendo que él no era más que un “simple peregrino”.
Así estamos llamados, a ser todos: “humildes trabajadores” y “peregrinos”.
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ORACIÓN
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Señor mío, guíame e ilumíname para evitar la actitud de apropiarme de lo que no me pertenece, pues esto implica dejarte fuera de mi vida.
Quiero trabajar para Tu Reino rindiendo frutos en Tu Gloria.
Amén.
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RETO AGOV
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* Con Dios:
Encomienda tu día para evitar caer en actitud de apropiarte de lo que no te corresponde.
* Con mi prójimo:
Trata de reconocer en todo momento y ante cualquier circunstancia, que todos los acontecimientos positivos y las bendiciones en tu vida son gracias a Dios y/o para Gloria de Dios.
• Conmigo mismo:
Trata de decir en todo momento durante el día: "gracias a Dios", o "para Gloria de Dios".
ORACIÓN DIARIA
JESUCRISTO,
TÚ que fuiste tentado en el desierto, sostenme cuando sienta la tentación de no confiar en Ti.
Tú que quisiste fortalecer Tu espíritu durante cuarenta días para prepararte para cumplir Tu misión; concédeme disponer mi corazón para acompañarte dignamente.
Tú, que te despojaste de todo por amor a mí; hazme amar la humildad. Que comprenda Señor que mi valor reside en la dignidad de ser Tu hijo; y en el infinito valor de la sangre que derramaste por mí.
Tú, que te sentiste solo y tuviste miedo; revísteme con Tu fortaleza y concédeme acompañarte y consolarte.
Tú, que me amaste hasta el extremo, no permitas que voltee la mirada ante Tu sufrimiento ni el de mis hermanos. Dame Tu corazón para amarte como mereces y amar con él a todas las personas.
AMÉN
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