Pascua 2019
Día 1:
La vida nueva de Cristo resucitado y Su victoria sobre el pecado y el demonio
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CITA BÍBLICA
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La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón? Porque lo que provoca la muerte es el pecado y lo que da fuerza al pecado es la ley. ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo! Por eso, queridos hermanos, permanezcan firmes e inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Señor, con la certidumbre de que los esfuerzos que realizan por él no serán vanos.
1Cor. 15, 54-58
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REFLEXIÓN
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La Buena Nueva de Jesucristo consiste en saber que no estamos solos en esta lucha sino con Nuestro Redentor que derrama Su Amor en nuestros corazones para que tengamos vida plena.
Cristo está vivo, venció a la muerte y quiere que tú lo encuentres y que lo invites a tu lado. Cristo resucitado te esta buscando a ti, para que lo conozcas y lo ames. Quiere darte Su Amor, Su Amistad, Su ternura.
Los días de la Pasión y Muerte del Señor, han sido días de dolor, de pena, de angustia. Días que no tienen sentido para los cristianos, si no se ven de cara a la Resurrección.
Todo ese sufrimiento y dolor no tienen sentido, no sirven para nada, si la Resurrección del Señor no está presente.
Nuestra vida como cristianos ha de estar orientada hacia la vida eterna, hacia el encuentro amoroso con Dios, con Jesucristo. Cristo vino al mundo para abrirnos las puertas del Cielo, para devolvernos la amistad con Dios.
¡Cristo ha Resucitado! ¡El Señor venció a la muerte! ¡El pecado ha sido aniquilado!. ¡Cristo triunfó!.
Desde que se hizo hombre en el seno de María, estuvo esperando con ansiedad este momento. Momento de triunfo y de gozo.
Jesús quiere invitarte a la vida eterna, para compartir con Él el reino de Su Padre.
Solo nos pide que amemos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, nos pide no permitir el pecado, alejarnos de éste y vencer la tentación.
¿Y tú?, ¿Qué vas a hacer?, ¿vas a luchar contra el pecado para vencerlo, o seguirás sometido a él?
Cristo murió por nosotros venciendo a la muerte, al pecado y al demonio. No permitas que esta victoria quede sin fruto para ti.
No desfallezcas, recuerda: Yo, solo con mis pasos, mi inteligencia y esfuerzos, jamás podré vencer al demonio, y tampoco al pecado. Es con Jesús Resucitado, que el demonio sale huyendo, el pecado pierde toda su fuerza y la gracia de Jesús nos penetra para fortalecernos en Su Misericordia y salir victoriosos en su seguimiento
Hoy resucitemos con Jesús, pongámoslo delante de nuestras batallas, lucha de Su mano, que Su diestra todopoderosa atraviese nuestras dificultades, y que nos levante Gloriosos en Su alegría y gozo eterno.
¡De Jesús es la victoria y nosotros con Él, también la obtenemos!
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ORACIÓN
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Amado Jesús, Tú has vencido la muerte, el pecado y al demonio. Ven y ponte delante de mi vida, de mi caminar y de todo mi quehacer, de tal manera mi victorioso Jesús, que Tú mismo nos abras el camino de la gracia, de la vida nueva, de la Resurrección.
Contigo como mi motor, mi escudo y baluarte, y uniendo mi voluntad y esfuerzo, ningún mal me alcanzará. Tú siempre vences. Tú tienes las llaves de la Iglesia, de mi familia, de mi persona. Gobierna en todo mi ser, elévame en tu Sagrado Corazón a tu victoria.
AMÉN
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RETO AGOV
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Elabora una lista de 3 cosas que te cueste dejar, en donde tengas algún vicio o pierdas el tiempo. A su vez una lista de 2 ó 3 pecados que sean recurrentes en tu vida.
Ve al Santísimo con Jesús resucitado, o si no te es posible, hazlo de rodillas en tu recámara, y, con mucha fe, sabiendo que Jesús Resucitado está contigo, entrégale lo que has escrito, y pídele a Jesús que tome el control de la situación, que Él gobierne, de ahora en adelante, en toda tu vida, especialmente en estos puntos.
ORACION DIARIA
Jesús Resucitado, qué bueno es sentir tu presencia poderosa y acogedora que despierta y llena de vida todos los ambientes que me rodean, alejando todo sentimiento de angustia y abandono.
Ayúdame a permanecer siempre cerca de Ti, porque solo de Ti me viene ese amor que me sostiene, esa fuerza que me restaura y todo ese tesón para seguir luchando con valentía.
Gracias por tu eterno sacrificio de amor en la Cruz, por tu gloriosa resurrección que me invita a renovar mi corazón en tus promesas, y gracias por todos los momentos de oración que hemos disfrutado juntos.
Ayúdame a reconocerte en todo momento, sentir que estás vivo y presente, sentir tu cercanía y la calidez de tu voz que consuela y trae la paz al alma. Solo tu voz quiero seguir, solo tu voz quiero sentir.
Ayúdame a reconocer tu voz en las tristezas y alegrías, en los momentos de aflicción. Quiero recurrir a ella y rendirme a tu voluntad porque Tú has derrotado la muerte y me has dado el regalo de la salvación.
Te pido que sigas obrando en mí, sigue bendiciéndome y abriendo caminos de sanación, de salud, de fortaleza, de esperanzas. Capacítame con tu sabiduría para saber romper todo muro de dolor que no me deja avanzar.
Concédeme la gracia de poder liberarme de miedos y opresiones, de sentirme capacitado y valiente para salir y anunciar todo lo bueno de tus promesas.
Quiero nacer de nuevo en el Espíritu, rehacer mi vida para alabarte y adorarte, porque solo en tus manos estoy segura.
AMÉN
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