DÍA 18: PARTICIPAR DE LOS DOLORES INTERNOS DE JESÚS 2
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CITA BÍBLICA
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”A cada uno de nosotros, sin embargo, le ha sido dada la gracia según la medida del don de Cristo”.
Ef 4, 7
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REFLEXIÓN
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Todos los cristianos estamos llamados a participar de algún modo de los dolores íntimos de Jesús; pero cada uno según la medida de Cristo.
Claro, como no conocemos esa medida, es preciso buscar más y más.
No podemos decir “hasta aquí llegué”, sino que tendremos que trabajar por conseguir más, no porque queramos exceder la medida de la donación de Cristo, sino porque no sabemos, precisamente, el máximo límite a donde nuestro amor nos puede llevar; a mirar cada vez más alto y aspirar a más.
Ya nuestro Señor nos marcará el límite.
Consolar a Jesús es, pues, participar de Sus dolores internos, completar en nosotros lo que falta a Su pasión uniendo nuestros pequeños o grandes actos de amor, y de colaborar en Su empresa de salvar almas para glorificar al Padre de los cielos.
“En cualquier caso, ya coman, ya beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios” (1 Cor, 10, 31).
Recordemos que a cada uno de nosotros se nos ha concedido la Gracia conforme a la Gracia del don de Cristo.
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ORACIÓN
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Señor mío y Dios mío gracias por derramar Tus dones en mí y por darme la virtud de poderlos hacer crecer.
Mi corazón quiere seguirte, déjalo llenarse de Ti para así poder trabajar cada día más como si ese fuese su último día y lo realizado aún no fuera suficiente.
Amén.
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RETO AGOV
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Si ya estás decidido a pertenecer al Corazón de Jesús, escribe tu oración para pedírselo, de la forma más amorosa de que seas capaz.
❤ ORACIÓN DIARIA ❤
Señor Jesús, que a través de Tu Corazón nos has revelado la magnitud de Tu Amor, acércate una vez más y escucha mi oración.
Sagrado Corazón de Jesús, mi alma entera agradece Tus bondades y consagra a Tu cuidado mis pensamientos, acciones y palabras.
Divino Corazón, confío plenamente en que mi oración a través de Ti llega al Padre y por eso hoy te pido seas Tú el reparador de mis pecados, quien proteja mi camino y el custodio de mi vida.
Amado Corazón de Jesús, Tú que tanto bien y refugio das a quien lo solicita, vuelve mi corazón dócil a Tu voluntad, humilde para tratar a mi prójimo y benevolente para incluir en mi oración, a todo aquél que no se encuentra en la oración de nadie, al alejado de ti y al mendigo abandonado.
Haz que viva en el amor, la verdad y la justicia, que mi búsqueda de Ti sea incansable, que mi corazón te siga pero al encontrarte, que el Tuyo me resguarde.
Amén.❤❤❤
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