DÍA 16: CÓMO CONOCER LOS DOLORES INTERNOS DE JESÚS.
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CITA BÍBLICA
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”Jesús le contestó:
-Los zorros tienen guaridas y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”.
Lc 9, 58
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REFLEXIÓN
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Las almas que completan la pasión exterior de Nuestro Señor, los mártires por ejemplo, son almas cuya misión es principalmente sufrir en el cuerpo, o sufrir en el honor, o en otras formas. Así conocen en parte, los dolores de Jesús.
Pero, ¿cómo conocer los dolores internos de Jesús?
El dolor de Jesús es eminentemente fecundo: sus dolores nos han salvado, sus dolores nos santifican, y sobre todo, los dolores internos del Corazón de Jesús son los que alcanzan las gracias sublimes.
Nosotros padecemos muchos dolores estériles, como son los sufrimientos mundanos, los tormentos sin valor, las acciones condenadas, que no sirven para conocer este dolor interno.
Conocer los dolores íntimos del Corazón de Jesús es darse cuenta de Su fecundidad y eficacia.
Llegar al conocimiento profundo de Sus dolores consiste en pedir al Espíritu Santo, que por medio de Sus Dones, nos ilumine con una luz íntima para sondear el Corazón de Jesús, nos participe de Su hondo dolor y así le conozcamos cada día más.
Otras formas de conocer los dolores internos de Nuestro Señor son por la fe, por la reflexión y por el amor.
El grado y la forma dependerán de los designios de Dios, así como de nuestra voluntad y del empeño que pongamos en ello.
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ORACIÓN
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Oh Santo Espíritu de Dios, derrama Tu luz sobre mí para poder distinguir lo verdaderamente importante, todo lo que me lleve a Ti, apartando el miedo, el temor y el sufrimiento innecesarios que me alejan de conocer Tu interior.
Amén.
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RETO AGOV
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Reflexiona en los dolores del Corazón de Jesús, y en cómo se ven reflejados directamente en tu vida, en cómo vives tu fe, en cómo te relacionas con Él.
❤ ORACIÓN DIARIA ❤
Señor Jesús, que a través de Tu Corazón nos has revelado la magnitud de Tu Amor, acércate una vez más y escucha mi oración.
Sagrado Corazón de Jesús, mi alma entera agradece Tus bondades y consagra a Tu cuidado mis pensamientos, acciones y palabras.
Divino Corazón, confío plenamente en que mi oración a través de Ti llega al Padre y por eso hoy te pido seas Tú el reparador de mis pecados, quien proteja mi camino y el custodio de mi vida.
Amado Corazón de Jesús, Tú que tanto bien y refugio das a quien lo solicita, vuelve mi corazón dócil a Tu voluntad, humilde para tratar a mi prójimo y benevolente para incluir en mi oración, a todo aquél que no se encuentra en la oración de nadie, al alejado de ti y al mendigo abandonado.
Haz que viva en el amor, la verdad y la justicia, que mi búsqueda de Ti sea incansable, que mi corazón te siga pero al encontrarte, que el Tuyo me resguarde.
Amén.❤❤❤
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