DÍA 30: BIENAVENTURADO/A TÚ
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CITA BÍBLICA
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”Yo te amo, Señor, mi fuerza.
El Señor es mi roca, mi defensa y el que me libra;
mi Dios, la roca en que me refugio y mi escudo, mi fuerza salvadora y mi fortaleza”.
Sal 18, 2-3
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REFLEXIÓN
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La persona de fe es una roca inconmovible, una fortaleza inexpugnable.
La fe es una luz que surge en las tinieblas; da dimensión exacta a todo y le da colores auténticos: los colores de la gracia.
La fe es un saber que Cristo vendrá para decir la palabra definitiva en la historia del hombre y del mundo. Es una búsqueda continua, que alienta con sus hallazgos a seguir buscando.
La fe es una seguridad humilde y temblorosa; un sumergirse dulce y escalofriante en el regazo invisible de un gran Padre, que es Dios.
La fe es un trasplante de ojos, por el que penetra, en nuestra débil mirada, la comprensiva visión de un Dios de bondad.
Pablo VI dice: “La fe vivida se transforma en luz, amada, se convierte en fuerza; meditada, se vuelve espíritu”.
No olvides: de nada te sirve tener fe si no te comprometes con ella; y comprometerse con la fe es comprometerse con las nuevas y honestas transformaciones del mundo de hoy.
Eres hija/o de Dios con todas las posibilidades de ser dichosa/o y feliz.
Bienaventurada/o tú!
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ORACIÓN
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Gracias Señor Jesús por Tu compañía durante este reto, por mostrarme con amor lo dichoso que soy al saberme hijo/a de Dios y reconocer que sentirme feliz es sentirme bienaventurado/a gracias a Ti.
Te pido que mis pasos te sigan, mi voz te proclame y mis brazos te alaben convencido/a de que Tú, no solo habitas sino que reinas en mi corazón.
Amén.
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RETO AGOV
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Vive este día totalmente consciente de lo bienaventurado que eres y consciente también de que por medio de tu voluntad y con la gracia del Padre, eres feliz.
💙 ORACIÓN DIARIA 💙
Bienaventurados las que se levantan contentos cada mañana, agradecidos por vivir un nuevo día, caminando hacia Ti, oh Dios.
Bienaventurados las que se perdonan a sí mismos sus faltas de atención, errores y caídas, abriéndose a Tu divino perdón.
Bienaventurados las que tienen ojos para ver la simple belleza de Tu creación y alaban sus manifestaciones.
Bienaventurados los que poseen oídos para escuchar el sonido de la lluvia, las risas, los momentos íntimos de sus propios corazones y Tu voz dentro de todas las voces.
Bienaventurados los que acogen el amor y el cariño de otros, recordando que en el amor de los demás conocemos el poder de Tu amor por nosotros.
Bienaventurados las que confían y creen que este viaje humano es un viaje sagrado, y que Tú, oh Dios, estás encontrándonos una y otra vez en nuestro caminar.
Mi vida entera te agradece todas las ocasiones en las que me he percibido Bienaventurado y hoy, con humildad te pido, derrames sobre mí Tu gracia para seguir reafirmando en este andar: que Contigo todo y sin Ti nada.
💙 Amén.💙
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