DÍA 19: 3 METAS
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CITA BÍBLICA
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”Sepan, mis queridos hermanos, que todo hombre debe estar atento para escuchar, ser parco en hablar y lento a la ira, pues el hombre que se deja llevar por la ira no hace lo que Dios quiere”.
Sant 1, 19-20
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REFLEXIÓN
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Para no pensar que no sabemos cuáles acciones concretas hacer cuando nos proponemos a hacer algo bueno, aquí tienes tres metas que puedes proponerte para tu acción diaria:
1. No enojarte.
No enojarte tú por pequeñas o grandes cosas, por sucesos sin importancia o de proporciones gigantes.
No enojarte con tus familiares y no enojarte con los que te rodean en el trabajo, o con las personas con las que diariamente debes encontrarte y tratar.
2. No enojar a los otros.
No darles a otros motivo de enojo, de disgusto.
No hacer lo que sabes que a ellos les disgusta o les puede ser causa de enojo.
No ponerles en tales circunstancias, que ellos deban hacer esfuerzos para conservar su calma interior.
3. Deshacer los enojos de los demás.
Cuando veas que alguien está impaciente, ponle un poco de tu paciencia. Cuando alguien necesita ser calmado, dale tu palabra de paz y serenidad.
Cuando alguno se extralimita en sus apreciaciones o expresiones o actitudes, pon tú la cuota de serenidad, de calma, de paz y de amor.
Recuerda que el enojo te sucede si tú lo permites.
Recuerda que muchos actúan SUS enojos y no son personales para ti.
Tres metas: magnífico plan de acción apostólica.
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ORACIÓN
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Lo que de mi boca sale es de lo que está lleno mi corazón, de lo que hay en mi corazón está la manera en como veo el mundo y me veo a mí.
Mi amado Jesús, Tú que tienes el poder de sanar al enfermo, de reconfortar al que sufre y dar vida en abundancia al que se siente muerto, transforma mi corazón de tal modo que al abrir los ojos, aun en lo malo, pueda encontrar lo bueno.
Amén.
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RETO AGOV
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Practica las tres metas y hoy… NO TE ENOJES!
💙 ORACIÓN DIARIA 💙
Bienaventurados las que se levantan contentos cada mañana, agradecidos por vivir un nuevo día, caminando hacia Ti, oh Dios.
Bienaventurados las que se perdonan a sí mismos sus faltas de atención, errores y caídas, abriéndose a Tu divino perdón.
Bienaventurados las que tienen ojos para ver la simple belleza de Tu creación y alaban sus manifestaciones.
Bienaventurados los que poseen oídos para escuchar el sonido de la lluvia, las risas, los momentos íntimos de sus propios corazones y Tu voz dentro de todas las voces.
Bienaventurados los que acogen el amor y el cariño de otros, recordando que en el amor de los demás conocemos el poder de Tu amor por nosotros.
Bienaventurados las que confían y creen que este viaje humano es un viaje sagrado, y que Tú, oh Dios, estás encontrándonos una y otra vez en nuestro caminar.
Mi vida entera te agradece todas las ocasiones en las que me he percibido Bienaventurado y hoy, con humildad te pido, derrames sobre mí Tu gracia para seguir reafirmando en este andar: que Contigo todo y sin Ti nada.
💙 Amén.💙
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