DÍA 2: TIEMPO DE LIMPIAR
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CITA BÍBLICA
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"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, renueva dentro de mí un espíritu firme."
Sal 51, 12
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REFLEXIÓN
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Ha llegado el momento de preguntarme: ¿Me atrevería a recibir al Hijo de Dios en una casa llena de suciedad? Imposible!!! De igual manera, Jesús no puede hospedarse en mi alma si está llena de pecado.
La mejor manera de preparar mi alma para la venida del niño Jesús es reflexionando qué cosas me separan de Dios; hacer un examen profundo, pensando con qué actos le he ofendido.
Con el alma limpia, estaré mejor dispuesta para seguir con los preparativos de Su llegada.
Dios viene en camino y espera ser recibido por nosotros. Él se adapta a nuestro paso, confiando en que, poco a poco, vayamos tomando un buen ritmo: el ritmo del corazón.
La oración nos trae paz, unión, reconciliación; nos permite centrarnos en lo esencial y prescindir de lo superficial.
Este crecimiento espiritual será el mejor regalo que tendremos al finalizar el Adviento que comenzamos: un regalo que recibimos para nuestro bien, y un regalo para ofrecerle al Niño Dios.
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ORACIÓN
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Señor mío, hasta ahora he vivido sin tomar en cuenta Tu Verdad y Tu Amor en mi vida; hoy necesito pedirte que perdones mis pecados y mi indiferencia.
Jesús amado, por favor entra en mi corazón, te recibo, te hago el Señor y Salvador de mi vida; reconozco Tu sacrificio en la cruz para el perdón de mis pecados y para abrirme las puertas del Cielo.
Enséñame a vivir para Ti y a crecer en el conocimiento de Tu Verdad.
Amén.
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RETO AGOV
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Me esforzaré por hacer una buena confesión, pidiendo de corazón a Dios perdón por haberle ofendido, a Él que tanto me ama.
Haré el firme propósito de enmendarme, de poner los medios concretos para cambiar.
🕯🕯 ORACIÓN DIARIA🕯🕯
Señor, permite que vea esa estrella en el cielo que anuncia Tu nacimiento y me deje guiar por ella.
Crea en mí un corazón dispuesto a salir a Tu encuentro; que de los Magos de Oriente aprenda a salir en Tu búsqueda y, al encontrarte, reconozca que Dios mismo se ha hecho Niño, y postrándome te adore.
Señor, permite que contemple con un corazón humilde Tu nacimiento en el pesebre. Déjame aprender del silencio de María, de Tu desapego absoluto y de la admirable obediencia de José.
No dejes Señor que me levante sin haberte adorado; no me dejes inconmovible ante Tu llanto de niño.
Acepta este corazón que quiere entregarse a Ti y que necesita que nazcas en él y lo transformes. Déjame escuchar a Tu lado el arrullo de María y aprender a ser su hija/o.
Si naces Tú hoy en mí y Tu Madre me protege, que más puedo pedir Señor? Ya nada me falta!!!🕯🕯🕯🕯
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