LUNES 16 DE SEPTIEMBRE
SEMANA VEINTISÉIS
<< Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa... Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.>> Lc 7, 1-10
Jesús, Hijo del Altísimo, como el centurión de Cafarnaúm, me humillo, indigno de recibirte, ante tu señorío sobre todo lo creado.
Señor, te pido por la vida de mi niño adoptado espiritualmente, que en la semana veintiséis ya mide veintitrés centímetros y pesa novecientos gramos. Tiene desarrollados los sentidos, por lo que puede oír a su mamá. Tal es tu benevolencia, que me permites participar de tu gloria para obrar este milagro por medio de la intercesión de la oración.
Dame la firmeza y la fe incondicional en tu Palabra y en tu potestad, para continuar orando; que la oración constante me enseñe a amar, y amando más se perfeccione mi oración.
Amén.
Jesús, María y José, les pido por la vida del niño que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de ser abortado (nombre espiritual del bebe).
Que pueda nacer tal y como yo he nacido, para vivir una vida como hijo de Dios, para amarle y servirle.
También les pido por su mamá y su papá. Intercedan ante Dios, para que les dé la fuerza que viene de Su gracia, y así transitar estos nueve meses, sintiendo Su presencia y amor.
Amén.
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