LUNES 10 DE JUNIO
SEMANA DOCE
《Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: ‘Mujer, aquí tienes a tu hijo’ y luego dijo al discípulo: ‘Aquí tienes a tu madre.》 Juan, 19, 25-27
María, Madre de la Iglesia, volvemos los ojos hacia ti, como lo hizo tu Hijo amado en la agonía, para pedirte por todos los hijos tuyos que conformamos la Iglesia. Ayúdanos a continuar con dignidad y nobleza la misión que tu Hijo nos encomendó, a obrar como miembros verdaderos, preocupados por cada uno de los integrantes.
En tus brazos ponemos a nuestros niños adoptados espiritualmente, ellos son parte de la Iglesia, que puedan nacer y brillar en ella. ¡Cuántos santos futuros morirán, tal vez, en un aborto provocado y no llegarán a realizar su misión! Que la ciencia humana no destruya la Ciencia de Dios! Como al pié de la Cruz, permanece junto a ellos, firme como un ejército en orden de batalla, espanta a la muerte, Tú, la “estrella del alba”, guíalos a la luz!
En la semana doce, mi niño adoptado ya mide 6,5 cm, pesa 18 gramos, está formado y es muy activo. La cabecita tiene un tamaño más proporcionado. Su carita está prácticamente formada: el labio superior, la nariz, los párpados y orejitas. Traga y expele líquido amniótico. Padece de hipo. Todos los órganos y sistemas importantes se han formado y están funcionando. Pero todavía permanece en “lo secreto”, no se deja sentir a su mamá. ¡Protégelo, Señor!
Amén
Jesús, María y José, les pido por la vida del niño que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de ser abortado (nombre espiritual del bebe).
Que pueda nacer tal y como yo he nacido, para vivir una vida como hijo de Dios, para amarle y servirle.
También les pido por su mamá y su papá. Intercedan ante Dios, para que les dé la fuerza que viene de Su gracia, y así transitar estos nueve meses, sintiendo Su presencia y amor.
Amén.
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