JUEVES 17 DE OCTUBRE
SEMANA TREINTA
《¡Ay de vosotros, doctores de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia y no entráis vosotros, ni dejáis entrar a los demás!》Lc 11, 47-54
Oh Dios, Padre Bendito, te damos gracias porque con atención y solicitud amorosa, instruyes en la perfección y la pureza a tus hijos. Que la Palabra viva y el ejemplo perfecto de Jesucristo, sane nuestros corazones de la soberbia anidada en su interior. Que abandonados en tus brazos, seamos el testimonio de misericordia y caridad que abra a los hombres el Reino de los Cielos. Que trabajemos por la Iglesia con generosidad y desprendimiento, con humildad y obediencia, con autenticidad y fidelidad.
Señor, te pedimos que protejas a los niños en peligro de ser abortados, la soberbia de los hombres se autoproclama dueña de sus vidas. Te entregamos nuestras humildes oraciones y nuestros pequeños esfuerzos diarios, por la sanación de aquellos corazones que pretenden decidir sobre las vidas que están en el vientre materno.
Amén
Jesús, María y José, les pido por la vida del niño que he adoptado espiritualmente y que está en peligro de ser abortado (nombre espiritual del bebe).
Que pueda nacer tal y como yo he nacido, para vivir una vida como hijo de Dios, para amarle y servirle.
También les pido por su mamá y su papá. Intercedan ante Dios, para que les dé la fuerza que viene de Su gracia, y así transitar estos nueve meses, sintiendo Su presencia y amor.
Amén
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