
DÍA 23: AMOROSA MADRE DE LA IGLESIA
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CITA BÍBLICA
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”Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, dijo a su madre:
-Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Después dijo al discípulo:
-Ahí tienes a tu madre”.
Jn 19, 26-27
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REFLEXIÓN
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María, que estaba junto a la Cruz, aceptó el encargo de su Hijo, y acogió a todos los hombres, personificados en Juan, el discípulo amado, como hijos para regenerar a la vida divina.
Al mismo tiempo, Cristo elige en el discípulo amado, a todos los discípulos como herederos del amor hacia su Madre, confiándosela para que la recibieran con afecto filial.
María fue solícita guía de los primeros cristianos, es decir, de la Iglesia que nacía después de la muerte de Cristo, e inició la propia misión materna ya en el cenáculo, orando junto con los Apóstoles en espera de la venida del Espíritu Santo. (Hch 1,14).
Desde entonces no dejó jamás de cuidar maternalmente de la Iglesia.
El 21 de noviembre de 1964 y como conclusión de la tercera sesión del Concilio Vaticano II, Pablo VI declaró a la bienaventurada María “Madre de la Iglesia", es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa”.
Además estableció que “de ahora en adelante la Madre de Dios sea honrada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título”.
Hoy las mujeres somos las primeras que atendemos a los llamados constantes de la Iglesia y, a ejemplo de María, también estamos llamadas a cuidarla amorosamente.
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ORACIÓN
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Jesús, concédeme la capacidad de estar atenta a las necesidades de la Iglesia, amarla, defenderla y compartirla, para que así, con la entrega de quienes la conformamos, se fortalezca cada día más.
Amén.
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RETO AGOV
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Cómo cuidas tú de la Iglesia? De todos los cristianos? De todos tus prójimos?

🌹 *ORACION DIARIA * 🌹
María, mujer pobre y sencilla.
Llena de escucha y de acogida del don de Dios.
Tu vida estuvo llena de asombro, de no comprender, de dejarse hacer, de admiración ante Dios.
Viviste guardando silenciosamente todo lo que acontecía, meditándolo y contemplándolo en tu corazón.
De tu interior fecundo brotaba la alabanza, la gratitud, la confianza, la disponibilidad y el abandono total a Dios.
Solidaria y silenciosa ante la cruz te comprometiste con la Nueva Humanidad hasta el final.
Ruega por nosotros, amorosa Madre, queremos crecer y seguir tu ejemplo para alcanzar la salvación del alma y llegar al hogar de la Trinidad.
Amén🌹🌹🌹
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