
El día de mañana Miércoles de Ceniza comenzaremos con nuestro...
"RETO DE CUARESMA 2019"
Las reflexiones y las citas bíblicas fueron basadas en la inspiración del Padre Ignacio Buisán, L.C., plasmadas en su libro "Al ritmo de Dios".
Agradecemos al Padre Ignacio por su disposición para apoyarnos con este proyecto.
En este reto seguiremos el mismo formato que ya es parte de la esencia de AGOV y enviaremos cada día: • una cita bíblica, • una reflexión, • una oración y • un pequeño reto.
Por tratarse de Cuaresma, el reto diario consistirá en un AYUNO o un OFRECIMIENTO.
El ayuno no será propiamente de alimento, sino de la abstinencia de alguna actitud, gusto, afición o actividad placentera que solemos realizar en nuestro día a día.
El ayuno nos ayuda a desviar nuestros ojos de las cosas de este mundo y enfocarlos en Cristo. Nos ayudará a profundizar en nuestra relación con Él.
Renunciaremos temporalmente a algo, a fin de agradar a Dios.
Este ayuno será de ayuda para comprender el enorme sacrificio que hizo Él por todos nosotros.
El ofrecimiento lo haremos de alguna acción que enriquezca nuestro espíritu y nuestro servicio al prójimo.
El propósito de los retos diarios es aumentar nuestra humildad de corazón y nuestro espíritu durante la oración.
La oración y el ayuno entrelazados (Lc 2, 37 y 5, 33), nos alimentan de una manera muy especial, por lo que lograremos vivir en plenitud este importante tiempo litúrgico y llegaremos mejor preparados al Domingo de Resurrección!
Muchas gracias por continuar aquí.
Bienvenidos al RETO DE CUARESMA 2019!

ORACIÓN DIARIA
JESUCRISTO,
TÚ que fuiste tentado en el desierto, sostenme cuando sienta la tentación de no confiar en Ti.
Tú que quisiste fortalecer Tu espíritu durante cuarenta días para prepararte para cumplir Tu misión; concédeme disponer mi corazón para acompañarte dignamente.
Tú, que te despojaste de todo por amor a mí; hazme amar la humildad. Que comprenda Señor que mi valor reside en la dignidad de ser Tu hijo; y en el infinito valor de la sangre que derramaste por mí.
Tú, que te sentiste solo y tuviste miedo; revísteme con Tu fortaleza y concédeme acompañarte y consolarte.
Tú, que me amaste hasta el extremo, no permitas que voltee la mirada ante Tu sufrimiento ni el de mis hermanos. Dame Tu corazón para amarte como mereces y amar con él a todas las personas.
AMÉN