
DÍA 31: TE REGALO MI GRATITUD
22 diciembre
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Breve silencio para ponerse en presencia de Dios, rogando a María Santísima sea nuestra compañera y guía en este camino hacia el encuentro con su Hijo Jesucristo.
ORACIÓN CAMINO A BELÉN
Querido niño Jesús: Te quiero hacer presente aquí, en este rato de oración. Muchas veces pienso en ti, me acuerdo de ti, pero no te pienso. Pensarte es quererte y quererte es buscarte. Sí, quiero buscarte, caminar hacia ti, pero sabiendo que Tú me buscas siempre primero. Quiero recorrer este camino de la mano de María, tu madre, sostenido por el auxilio del Espíritu Santo, para que tu Amor se revele en plenitud dentro de mi corazón en esta Navidad.
CITA
¿Cómo pagar a Yahvé todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de salvación e invocaré el nombre de Yahvé. (Sal 116, 12-13)
REFLEXIÓN
Niñito Jesús, antes de hacer lo que sería evidente por el título de la meditación, que es darte gracias; primero quisiera pedirte perdón porque sinceramente creo que nunca llego a ser consciente de todo lo bueno y necesario que recibo de ti y por lo mismo nunca podré agradecerte suficiente.
La vida, el amor, la salud, las personas en mi vida, los bienes que poseo... Todo ha salido de tu mano providente, por tu bondad y misericordia.
Creo que muchas veces me he comportado como los nueve leprosos que fueron curados pero no regresaron a darte las gracias. Y yo quiero ser como el extranjero que sí volvió y al que Tú obsequiaste con un regalo aún mayor que la curación de su enfermedad: la vida eterna.
Tal cual como recita el prefacio, sé que mi gratitud no aumenta tu gloria, pero sí es una prenda de mi amor por ti y me aprovechan para la salvación.
¿Qué puedo hacer yo? ¿Alabarte y darte gracias? ¡Claro que sí! Pero la mejor manera de corresponder a tu amor es ir y “hacer yo lo mismo”. Llevar tu Amor al mundo, comunicar la esperanza a mis hermanos, dar testimonio de tu fidelidad a tus promesas. Dame Jesús, el don de la gratitud.
ORACIÓN
CUANDO HAY AMOR ES SUFICIENTE
Eran tres peregrinos de Oriente cargados de regalos e ilusión Viajaban guiados por una estrella señal divina en su decisión
En un largo camino lleno de peligros La fe les infunde prisa La esperanza determinación La caridad les prepara el corazón
Van en busca del Rey nacido en Belén Las Escrituras lo han dicho bien Ya están cerca de cumplir la promesa Por fin lograron alcanzar la certeza
Son llevados por la estrella en lo profundo de la noche bella El silencio cubre todo el campo en espera de un nuevo canto
En lo profundo de la cueva van entrando los pastores Admirados ante tan gran prueba dejan a María sus pobres dones
Los tres Magos se inclinan en humilde actitud de adoración Ojos fijos en el Predilecto en el Rey de toda nación
Traen regalos imagen de su amor: Oro puro como canción precioso don para su Señor Incienso que se alza como perfume suave para su Dios Mirra que anuncia su destino Recuerdo santo para su Redentor
Alma mía, mira bien Despierta en esta noche santa Vete tú corriendo a Belén Y ofrece algo al niño también
No eres rica, bien lo sé Pero algo tendrás para regalar a Aquél que por ti un día morirá
Busca bien, muy dentro de tu corazón Quizás hay un pequeño rencor o una duda de su amor Quizás es ese miedo llamado temor o una espina clavada de dolor
Algo habrá que regalar Un propósito hecho oración o el don de tu perdón Quizás el evitar una tentación
Busca bien, alma mía Tú también tienes un oro y un incienso para arder También la mirra para dejar a sus pies
Sólo tu amor por Él sabrá qué es lo que debes ofrecer No eres Mago, ni de Oriente Pero cuando hay amor, es suficiente
Porque el regalo que Él más quiere no sé compra ni se envuelve ni tiene precio ni provecho
Es tu vida junto a Él en adoración y confianza en silencio y gratitud Por lo mucho que te ha dado y lo tanto que te ha amado
Del libro Jesús a mi alma. P. Guillermo Serra, L.C.
PROPÓSITO
El día de hoy demostraré mi gratitud, hablando por lo menos a una persona de la bondad y la misericordia de Dios para encender en su corazón la llama de la esperanza que será el más dulce recibimiento para Jesús en Navidad.