
DÍA 16: IMITANDO A LA VIRGEN
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CITA BÍBLICA _______
”María dijo: -Aquí está la esclava del Señor, que me suceda como tú dices. Y el ángel la dejó.” Lc 1, 38
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REFLEXIÓN _______
"He aquí la esclava del Señor...", qué palabras tan fuertes! Imagínense por un momento ser esclavos! Es muy diferente a ser sirvientes, pues ellos reciben un pago por su trabajo, y éste lo realizan por su propia voluntad... En cambio un esclavo, no tiene voluntad ni paga alguna... la voluntad del esclavo es únicamente hacer lo que su dueño le manda.
Al declararse esclava, María está renunciando a su propia voluntad, a sus comodidades y a su vida para hacer únicamente la Voluntad del Padre!
En María podemos encontrar todas las cualidades de una mujer virtuosa. Ella es el modelo perfecto que toda mujer debería imitar. Jesús nos ha dejado en su Madre TODA la enseñanza, el modelo y el ejemplo a seguir para llegar a Dios; y no siendo suficiente eso, nos la ha dado como Madre para que sea Ella misma quien nos guíe hacia Él... Así que, si hay que "imitar" a alguien, imitemos a María!
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ORACIÓN _______
Querida Madre, te pedimos que nos enseñes a ser humildes como tú, sencillas como tú, a amar como tú, a dar como tú, a servir como tú. Y poco a poco poder ser nosotras un reflejo tuyo, para que a donde vayamos las personas puedan reconocer a Dios a través nuestro.
Amén.
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RETO AGOV _______
Lee con detenimiento algún pasaje de la Biblia donde se mencione a La Virgen María. Analiza qué virtudes nos enseña y elige una que te haga falta aprender. Pídele a María que como Madre, te enseñe a parecerte más a ella, particularmente en esa virtud.

ORACIÓN DIARIA
Señor, permite que vea esa estrella en el cielo que anuncia Tu nacimiento y me deje guiar por ella.
Crea en mí un corazón dispuesto a salir a Tu encuentro; que de los Magos de Oriente aprenda a salir en Tu búsqueda y, al encontrarte, reconozca que Dios mismo se ha hecho Niño, y postrándome te adore.
Señor, permite que contemple con un corazón humilde Tu nacimiento en el pesebre. Déjame aprender del silencio de María, de Tu desapego absoluto y de la admirable obediencia de José.
No dejes Señor que me levante sin haberte adorado; no me dejes inconmovible ante Tu llanto de niño.
Acepta este corazón que quiere entregarse a Ti y que necesita que nazcas en él y lo transformes. Déjame escuchar a Tu lado el arrullo de María y aprender a ser su hija.
Si naces Tú hoy en mí y Tu Madre me protege, que más puedo pedir Señor? Ya nada me falta!!!