DÍA 9: SACRIFICIO
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CITA BÍBLICA _______
"Les pido, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que se ofrezcan como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Este debe ser su auténtico culto." Rom 12, 1
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REFLEXIÓN _______
Sacrificarse por amor y hacer siempre lo correcto no es fácil. Si al hacerlo, nadie nos lo reconoce o aún más nos juzgan, puede resultar doloroso y frustrante.
Jesucristo se sacrificó por nosotros hasta morir en una Cruz por nuestra salvación. Ahora nos toca preguntarnos ¿qué somos capaces de hacer por amor a Él?
Todo lo que somos y todo cuanto hacemos podemos ofrecerlo para alabar a Dios y rendirle honor.
Pero nuestras oraciones y sacrificios sólo agradarán a Dios cuando van acompañados de una vida recta, y una actitud de amor y de humildad.
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ORACIÓN _______
Señor Jesús, enséñame a amar como Tú amas; ayúdame a perseverar en la oración diaria que brota del amor y se reza con el corazón lleno de Ti; guíame en mi diario caminar para que a través de mis obras Te alabe y glorifique.
Amén.
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RETO AGOV _______
Haz un sacrificio por amor a Dios.
Algunos ejemplos pueden ser: participar en la celebración de la Eucaristía (Misa) algún día entre semana; hacer una pausa en tus actividades y orar con amor y humildad; hacer obras de caridad y misericordia; hacer penitencia: como el ayuno y la abstinencia.
ORACIÓN DIARIA
Señor, permite que vea esa estrella en el cielo que anuncia Tu nacimiento y me deje guiar por ella.
Crea en mí un corazón dispuesto a salir a Tu encuentro; que de los Magos de Oriente aprenda a salir en Tu búsqueda y, al encontrarte, reconozca que Dios mismo se ha hecho Niño, y postrándome te adore.
Señor, permite que contemple con un corazón humilde Tu nacimiento en el pesebre. Déjame aprender del silencio de María, de Tu desapego absoluto y de la admirable obediencia de José.
No dejes Señor que me levante sin haberte adorado; no me dejes inconmovible ante Tu llanto de niño.
Acepta este corazón que quiere entregarse a Ti y que necesita que nazcas en él y lo transformes. Déjame escuchar a Tu lado el arrullo de María y aprender a ser su hija.
Si naces Tú hoy en mí y Tu Madre me protege, que más puedo pedir Señor? Ya nada me falta!!!
L.S.