DÍA 7: ¿CUÁLES SON TUS PRIORIDADES?
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CITA BÍBLICA _______
"Esas son las cosas por las que se preocupan los paganos. Ya sabe el Padre celestial lo que necesitan. Busquen primero el reino de Dios y hacer su voluntad, y todo lo demás les vendrá por añadidura." Mt 6, 32-33
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REFLEXIÓN _______
Una casa que no se ordena, es difícil mantenerla limpia. De igual modo, si no ordenamos nuestras ideas, creencias y prioridades será fácil volver a ensuciar el alma.
Esto significa que debemos preguntarnos qué es lo primero en nuestra vida, qué es lo segundo, qué es lo tercero...
Para todo católico lo más importante debería ser: vivir de manera que logre llegar al cielo, y estar toda la eternidad, infinitamente feliz con Dios.
Por eso, el mandamiento más importante que debemos siempre tener presente nos dice: "Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y amarás a tu prójimo como a ti mismo".
Y tú, ¿estás cumpliendo con este mandamiento?
Tal vez te sorprenderás al darte cuenta que has dedicado tu vida, tiempo y esfuerzo a cosas que nada tienen que ver con lo anterior, y del poco tiempo que has invertido en cultivar tu corazón a través de la oración, los sacramentos, las virtudes, las obras de caridad, el amor y el perdón.
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ORACIÓN _______
Divino Niño Jesús, en la espera de Tu nacimiento, ayúdame a no aferrarme a cosas materiales; a entender que lo prioritario para mí debe ser conocerte y amarte.
Toma el control de mi vida, te abro mi corazón, quiero vivir como Tú quieres.
¡Arranca de mí y destruye todo lo que te molesta! Ven Señor Jesús, no tardes!!!
Amén.
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RETO AGOV _______
Escribe 3 cosas que consideras importantes para tu salvación y qué piensas hacer para lograrlas.
Mañana Domingo no olvides asistir a Misa y reúne a los miembros de tu familia para encender la segunda vela de tu corona de adviento.
ORACIÓN DIARIA
Señor, permite que vea esa estrella en el cielo que anuncia Tu nacimiento y me deje guiar por ella.
Crea en mí un corazón dispuesto a salir a Tu encuentro; que de los Magos de Oriente aprenda a salir en Tu búsqueda y, al encontrarte, reconozca que Dios mismo se ha hecho Niño, y postrándome te adore.
Señor, permite que contemple con un corazón humilde Tu nacimiento en el pesebre. Déjame aprender del silencio de María, de Tu desapego absoluto y de la admirable obediencia de José.
No dejes Señor que me levante sin haberte adorado; no me dejes inconmovible ante Tu llanto de niño.
Acepta este corazón que quiere entregarse a Ti y que necesita que nazcas en él y lo transformes. Déjame escuchar a Tu lado el arrullo de María y aprender a ser su hija.
Si naces Tú hoy en mí y Tu Madre me protege, que más puedo pedir Señor? Ya nada me falta!!!
L.S.