DÍA 5: COHERENCIA
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CITA BÍBLICA _______
"¿De qué sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo la fe? Si un hermano o una hermana están desnudos y no tienen nada para comer, y uno de ustedes les dice: “Váyanse en paz, abríguense y coman”, pero no les da lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve?” Sant 2, 14-16
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REFLEXIÓN _______
Lo que sale de tu boca es lo que tú eres; si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti misma; y si no te honras a ti misma, no te amas.
Honrar tus palabras es ser coherente con lo que piensas y haces; te hace ser auténtico y respetable ante los demás y ante ti misma.
Si aplicamos esto a nuestra vida cristiana, nos referimos principalmente a la relación o unión que debe existir entre fe y vida, entre aquello que decimos "creer" y el modo como vivimos en lo cotidiano.
Un cristiano coherente es aquél que sostiene con sus obras lo que cree y afirma de palabra; existe una estrecha relación entre la fe que profesa con sus labios y su conducta en la vida cotidiana.
Por su parte, un cristiano incoherente con su fe y condición de bautizado es, en cambio, aquél cuyas obras contradicen abiertamente lo que sostiene con sus palabras. Es, por ejemplo aquél que dice: "soy creyente, pero no practicante"; un bautizado que "aunque a veces va a Misa y reza algo de vez en cuando" actúa del mismo modo como lo hace un hombre que no cree en Dios, que no conoce la fe.
El primer paso hacia una vida de mayor conexión es aceptar con humildad y sencillez nuestra falta de coherencia, y a partir de allí buscar reducir cada vez más la distancia que hay entre nuestras palabras y obras; entre la fe y la vida, entre nuestra mente y corazón.
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ORACIÓN _______
Señor Jesús, ayúdame a ser siempre fiel a mi Fe; que piense como cristiano, que sienta como cristiano, y actúe como cristiano.
Que en la espera de Tu nacimiento mis palabras se conviertan en verdaderos actos de amor, humildad y misericordia.
Amén.
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RETO AGOV _______
Que tus dichos se traduzcan en hechos: ama, comparte, sonríe, saluda, abraza, trabaja, dialoga y vive tu Fe...
Recuerda que estás construyendo en tu corazón un pesebre espiritual donde Jesús pueda nacer.
ORACIÓN DIARIA
Señor, permite que vea esa estrella en el cielo que anuncia Tu nacimiento y me deje guiar por ella.
Crea en mí un corazón dispuesto a salir a Tu encuentro; que de los Magos de Oriente aprenda a salir en Tu búsqueda y, al encontrarte, reconozca que Dios mismo se ha hecho Niño, y postrándome te adore.
Señor, permite que contemple con un corazón humilde Tu nacimiento en el pesebre. Déjame aprender del silencio de María, de Tu desapego absoluto y de la admirable obediencia de José.
No dejes Señor que me levante sin haberte adorado; no me dejes inconmovible ante Tu llanto de niño.
Acepta este corazón que quiere entregarse a Ti y que necesita que nazcas en él y lo transformes. Déjame escuchar a Tu lado el arrullo de María y aprender a ser su hija.
Si naces Tú hoy en mí y Tu Madre me protege, que más puedo pedir Señor? Ya nada me falta!!!
L.S.