Desde los primeros momentos Dios se presento al alma de María con todos los encantos , con todas sus perfecciones infinitas; y el corazón de María no vaciló un solo momento, se orientó hacia Dios y nunca se desvió de El. Lo amó con todas sus energías; y, si ama a las otras criaturas, las ama por Dios y para Dios; será siempre y toda de Dios. Nuestra ansia de amar y ser amados sólo se podrá satisfacer plenamente con el Amor de Dios. virgen ,flor de nuestra tierra , perfuma mi alma con el aroma de tus virtudes... Amén
